Esther entered my family’s life as a caregiver for my grandmother after she had had a stroke. She was far and away the best of the various caregivers over the years—the most caring, the most energetic, the most dedicated. She felt like part of the family. I am so sorry for your family’s loss, and I know I will never forget the brightness and love Esther shared with us.

Juanita,

Mi mas sentido pesame extendido a tu familia. Aunque hable con ella pocas veces, siempre estaba llena de vida y como tu hablabas de ella era obvio que fue una gran mujer.

Saludos,
Adalberto y familia

I admired Esther from the first time I met her back around 1988-89. I was only 17 but I could already tell of her incredible strength and courageous persona. Juana and I met at Argentinian School in Miami where we became good friends.
Esther was my first “tax client”, she trusted me withe her tax returns at a young age, so I had an insight on her most personal information. And I knew I was dealing with an exceptional person. She gave me confidence and encouraged my accounting career. She believed in me.
As an immigrant myself, I know the struggles and challenges of leaving it all, and I really mean, all, behind.
I came to the US with my parents and sister but Estger was alone, with Juana and Isa. What courage! Driven by an insatiable desire to provide the best life to her daughters, Esther did just that.
In my perception, Esther was progressive in her philosophy of life. And that is admirable!
May you rest in peace dear Esther.

Pensar en Esther es recordar los dulces años de la juventud, viéndola como la guía y persona fuerte de la familia de mi compañera de estudios -hoy felizmente amiga- Hilda, en Argentina. A lo largo de los años, el relato de sus tareas como cuidadora responsable y que se hacía apreciar por las familias a quienes asistía. Cuando cumplió sus 60, elegido con el corazón hacerlo aquí en nuestro país, con su familia original y amigos, la generosidad con que se portó con amigos y la alegría que mostró de su relación con la vida; como yo la ví, ella celebraba la vida. Es justo hoy celebrar que ella estuvo por aquí… y que no se irá fácilmente. Mucho amor para toda su familia porque las partidas duelen, y que el tiempo traeá consuelo. Abrazo a todos…

Queridas Juana e Isadora:
Junto con mi mamá Diana, mi hermana Marcela y mi sobrino Lucas sentimos mucho el fallecimiento de nuestra querida Esther.
En mi caso personal ustedes (incluído Negro) han llenado de alegría mi infancia ya que reinaba tristeza por la separación de mis padres y gracias a ustedes la fui llevando de la mejor manera (tenía 11 años).
Me encantaba atender el negocio que tenían y para mí era una gran distracción.
Sólo puedo agradecer el haberlas conocido y me quedo con el último recuerdo de Esther el 8 de enero del año 2023 cuando nos vimos en Argentina, les mandamos un abrazo gigante a toda la familia, besos de Mariana, Marcela, Lucas y Diana.